El autor
Vicente
Riva Palacio Guerrero fue un personaje muy importante de México en el siglo
XIX. Aunque no llegó a presidente sí descendía directamente de uno. Fue nieto
nada menos que del general Vicente Guerrero, pero no alcanzó a conocerlo, nació
en 1832, poco más de un año después de que su muy noble abuelo fuera pasado por
las armas como agradecimiento a su lucha por la independencia de México y la
causa de los más desprotegidos.
Digno
nieto de su abuelo, siempre puso su patriotismo por encima de todo. Aun siendo
de constitución no muy rígida, cada que México era invadido peleaba con
bravura. Ideológicamente ligado al partido liberal, le tocó estar en el lado
juarista cuando se presentó la segunda intervención francesa. En el estado de
Michoacán pasó la mayor parte del Segundo Imperio, donde alcanzó el grado de
general y llegó a ganarse el respeto del propio Maximiliano.
Fueron las
circunstancias de su patria las que lo llevaron a ser un hombre de armas,
porque vocación de militar propiamente dicho no tenía. Era más que nada
escritor, oficio que desempeñó toda su vida, escribiendo en periódicos,
publicando novelas, obras de teatro y libros de poesía. También albergó la
ambición de ser presidente. Ocupó incluso varios puestos de importancia, pero
Porfirio Díaz y su dominio sobre el país se interpusieron en su camino. Murió
en Madrid, en 1896, donde representada a México en un claro destierro
disfrazado.
La novela
De su obra
literaria, ha trascendido más su novela Martín
Garatuza, de la que incluso hay una continuación. El argumento gira alrededor
de muchas intrigas, venganzas y envidias, tantas que pierden al lector, ya que
todo transcurre demasiado rápido y la novela no es nada extensa.
Aun cuando
Riva Palacio escribía bien, con un sarcasmo que resulta atractivo incluso hoy,
cuando ya lleva muchos años existiendo su obra, la novela Martín Garatuza es muy mala. El autor nos extravía en un sin fin de
historias que se mezclan pero que no convencen.
Todo
ocurre a finales del año 1624, empezando la novela con una conspiración que
pretende la independencia de México cuando la colonia aún era muy joven.
Después varios personajes resultan ser descendientes del emperador Cuauhtémoc,
y todos ellos, como una especie de maldición, tienen una mancha en la espalda
que simula una llamarada, como la que quemó los pies de su antecesor.
Extrañamente,
los condenados a llevar la llamarada en la espalda, mueren por causas del
fuego, algunos acusados de ser judíos, otros en incendios accidentales o
asesinados por algún enemigo.
En todo
este mar de historias, siempre está metido, directa o indirectamente, Martín
Garatuza, un hombre que quiere la independencia de su país y que es un experto
en engañar a todo el mundo, llegando a ganarse la confianza gracias a su
capacidad para actuar y disfrazarse del propio Virrey.
El principal problema de
la novela es, como ya mencioné, que uno no se la cree. Riva Palacio ni siquiera
da tiempo al lector de asimilar un grave acontecimiento cuando ya empezó con
otro muy quitado de la pena. Los personajes parecen más que otra cosa farsantes
porque nunca se les llega a entender bien. Por ejemplo, uno de ellos, Leonel
Salazar, cuando es secuestrada su novia, tarda un día en enamorarse de otra sin
buscar a la primera, pero cuando se entera de que esa otra es su medía hermana
vuelve a estar profundamente enamorado de la anterior. ¿En qué estaba pensando
Riva Palacio?
Por lo visto seguimos en la continuidad de la represión,que sucedía ya en tiempos anteriores al nacimiento de Vicente Riva Palacio; ya que su abuelo,el Célebre Insurgente Don Vicente Guerrero,fué pasado por las armas,año y medio antes del nacimiento del escritor...En ¿Agradecimiento? Por su Lucha por la Independencia de México,y por apoyar a los desprotegidos...¿Agradecimiento,o Castigo???
ResponderEliminarDesacuerdo con tu reseña de manera rotunda. Martín Garatuza es un libro muy bueno que tiene un ritmo en su narrativa muy atractivo. La historia se vuelve sublime si se ha leido Monja Casada Virgen y Mártir (también de Riva Palacio), ya que con éste antecedente se puede entender por completo el peso, la esencia y las historias de todos la mayoría de los personajes del libro. Es injusta la manera en que criticas a esta obra sin considerarla como una secuela.
ResponderEliminarHe llegado a esta novela gracias a La lejanía del tesoro, de Paco Ignacio Taibo II, donde Vicente Riva Palacio es uno de los personajes principales y días después me topé con la novela; me ha atrapado completamente y ya estoy planeando ir por Monja Casada, virgen y mártir.
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