El autor
José
Manuel Villalpando es uno de los más refutados historiadores mexicanos de la
actualidad. Sus libros no son ni buenos ni malos, su prosa es sencilla,
práctica, incomparable por ejemplo con la de Enrique Krauze, pero se deja leer.
Ha
publicado bastantes libros sobre la historia de México en el siglo XIX, por lo
que se le puede considerar un especialista en personajes como Juárez,
Maximiliano, Miramón o el propio Santa Anna, entre otros.
Quizás el
personaje al que más le ha dedicado tiempo sea el emperador Maximiliano. Ha
escrito dos ensayos sobre él y de allí se sacó una especie de novela histórica
de la manga, titulada Yo emperador. No
es una obra muy recomendable, pero como otros libros del autor es posible
terminar de leerla, lo que ya es ganancia.
La novela
Yo emperador se compone
de pequeños capítulos, en los que el propio Maximiliano narra su historia,
desde su nacimiento hasta el largo peregrinar de su cuerpo sin vida por buena
parte del territorio mexicano, y la odisea que costó hacerlo llegar a la Cripta de los Capuchinos,
en Viena, donde descansa junto a sus antepasados.
Cada
capítulo de la novela toma el nombre de un acontecimiento o período de la vida
de Maximiliano. Él mismo nos narra lo
que ocurrió y sus impresiones de por qué ocurrió así y no de otra manera cada
uno de los sucesos que tuvieron trascendencia, desde su niñez hasta su edad
adulta, de su no muy larga vida.
La actitud
del narrador es muy autocrítica. Reconoce sus debilidades y sus ambiciones, las
razones de su matrimonio con Carlota y de su aceptación de la corona mexicana,
así como sus más grandes debilidades, acompañadas siempre de su falta de
carácter, que terminaron por llevarlo al paredón.
No he
leído aún la biografía que Villalpando escribió sobre Maximiliano, y de la
cual, como ya apunté, se desprende esta novela, pero es fácil darnos cuenta
cuáles son, en gran parte, los libros que componen su bibliografía, porque a
pesar de revelar detalles de la vida íntima del emperador, no son nada nuevo,
ya otros autores en el pasado nos han hecho si no saberlos cuando menos
suponerlos.
El principal problema de
la novela es que no resulta nada atractiva. La prosa de Villalpando no seduce,
los capítulos cortos son a veces muy pobres y termina uno leyendo únicamente
para recabar datos sobre Maximiliano, pero para tal fin éste no es el libro
indicado y pocas novelas podrían serlo. Una novela, antes que para otra cosa,
se lee para disfrutar de ella, y ésta no ayuda mucho en esa tarea.
Hola, lo tienes en PDF?
ResponderEliminarPues yo sí soporté y disfruté esta novela. Se deja leer.
ResponderEliminarDonde puedo conseguir este libro en la CDMX.
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