jueves, 16 de agosto de 2012

Yo emperador – José Manuel Villalpando


El autor

José Manuel Villalpando es uno de los más refutados historiadores mexicanos de la actualidad. Sus libros no son ni buenos ni malos, su prosa es sencilla, práctica, incomparable por ejemplo con la de Enrique Krauze, pero se deja leer.
Ha publicado bastantes libros sobre la historia de México en el siglo XIX, por lo que se le puede considerar un especialista en personajes como Juárez, Maximiliano, Miramón o el propio Santa Anna, entre otros.
Quizás el personaje al que más le ha dedicado tiempo sea el emperador Maximiliano. Ha escrito dos ensayos sobre él y de allí se sacó una especie de novela histórica de la manga, titulada Yo emperador. No es una obra muy recomendable, pero como otros libros del autor es posible terminar de leerla, lo que ya es ganancia.

La novela

Yo emperador se compone de pequeños capítulos, en los que el propio Maximiliano narra su historia, desde su nacimiento hasta el largo peregrinar de su cuerpo sin vida por buena parte del territorio mexicano, y la odisea que costó hacerlo llegar a la Cripta de los Capuchinos, en Viena, donde descansa junto a sus antepasados.
Cada capítulo de la novela toma el nombre de un acontecimiento o período de la vida de Maximiliano. Él mismo nos narra lo que ocurrió y sus impresiones de por qué ocurrió así y no de otra manera cada uno de los sucesos que tuvieron trascendencia, desde su niñez hasta su edad adulta, de su no muy larga vida.
La actitud del narrador es muy autocrítica. Reconoce sus debilidades y sus ambiciones, las razones de su matrimonio con Carlota y de su aceptación de la corona mexicana, así como sus más grandes debilidades, acompañadas siempre de su falta de carácter, que terminaron por llevarlo al paredón.
No he leído aún la biografía que Villalpando escribió sobre Maximiliano, y de la cual, como ya apunté, se desprende esta novela, pero es fácil darnos cuenta cuáles son, en gran parte, los libros que componen su bibliografía, porque a pesar de revelar detalles de la vida íntima del emperador, no son nada nuevo, ya otros autores en el pasado nos han hecho si no saberlos cuando menos suponerlos.

El principal problema de la novela es que no resulta nada atractiva. La prosa de Villalpando no seduce, los capítulos cortos son a veces muy pobres y termina uno leyendo únicamente para recabar datos sobre Maximiliano, pero para tal fin éste no es el libro indicado y pocas novelas podrían serlo. Una novela, antes que para otra cosa, se lee para disfrutar de ella, y ésta no ayuda mucho en esa tarea.

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