domingo, 2 de septiembre de 2012

Juárez: su obra y su tiempo – Justo Sierra


La biografía que escribió de Juárez el eminente Justo Sierra es considera una de las mejores de cuantas existen, que son muchas, del presidente zapoteca. Quizás de las que han sido escritas por mexicanos es la más conocida, aunque tengo mis dudas porque Bulnes y su monumental El verdadero Juárez buena fama se han ganado entre los estudiosos del personaje, defensores y detractores.
La de Justo Sierra, con perdón de sus muchos admiradores, no me gustó tanto cuando la leí, hace alrededor de dos años. No por eso no la considero un buen libro, pero el autor era tan juarista que difícilmente podía escribir una biografía de su ídolo y mencionar alguna de sus faltas.
Sí, Justo Sierra dejó bien claro en este libro cuánto admiraba a Juárez. Le dedicó elogios que rayan en lo poético. No supo mantenerse a la distancia de su biografiado como sí lo hizo el norteamericano Ralph Roeder, que lo admiraba igual, y por eso su obra la recomiendo más que ésta.  
Pero entonces ¿merece la pena leer Juárez: su obra y su tiempo? Desde luego que sí. Es un libro, antes que nada, muy bien escrito, y por un hombre que tenía profundos conocimientos de la historia de México, que en algo había contribuido a hacer con su fuerte y elegante manera de escribir.
Pero hay algo importante que se debe de tomar en cuenta antes de empezarlo: Justo Sierra quería hacerle a Juárez un homenaje antes que una biografía. De ahí que dentro del libro veamos radicalidad, que Juárez nos parezca casi perfecto y  Maximiliano un hombre dubitativo, falto de carácter y de buenas intenciones para con México. El carácter ciertamente le faltaba, pero el afecto que el príncipe austriaco llegó a sentir por su segunda patria, por sus habitantes, más por los indios que por los criollos, está bien documentado y hay numerosos testimonios que refutan las teorías de don Justo, quien no le concede al Emperador ninguna de las cualidades morales que tenía.
Pero hay más, mucho más en este libro. Justo Sierra no se limita a Juárez y a Maximiliano. Profundiza muy bien en las relaciones de México y Estados Unidos durante el Segundo Imperio, en las razones que tenía el México republicano para poner sus esperanzas en su vecino del norte y en cómo éste actuó desde el principio hasta el final del conflicto, siempre bajo los intereses del secretario de Estado de Lincoln, William H. Seward. En este tema los  conocimientos de Sierra se ve que eran bíblicos.
Algo más que me llamó la atención de esta biografía es el hecho de que Justo Sierra no consideraba a Miramón precisamente un genio militar como casi todos sus contemporáneos. Al contrario, Sierra compraba más caro a Leonardo Márquez, un hombre que jamás fue castigado por los republicanos y que era profundamente odiado por su bien probada crueldad. Pero aun así Sierra dejó claro que le tenía admiración por su gran talento, el mismo que usó para hacerse fama como uno de los militares mexicanos más despiadados de la época, aunque él que se definía como un hombre profundamente católico, por más que la piedad no fuera lo suyo.

2 comentarios:

  1. Describir el carácter de Juárez,no habrá sido desde luego una tarea fácil. No todas las personas siguen un comportamiento lineal. Sobre todo en su carácter como Magistrado,con la responsabilidad enorme de dirigir a un País como el México de entonces,con sus grandes viscisitudes,endeudamientos,y demás problemas de Estado.

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  2. Describir el carácter de Juárez,no habrá sido desde luego una tarea fácil. No todas las personas siguen un comportamiento lineal. Sobre todo en su carácter como Magistrado,con la responsabilidad enorme de dirigir a un País como el México de entonces,con sus grandes viscisitudes,endeudamientos,y demás problemas de Estado.

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