Cuando
todo el mundo dice que un libro es muy bueno a veces uno termina por creérselo,
hasta que lo lee… Fue hace algunos años cuando decidí dedicarle mis horas
libres a la obra cumbre de Fernando del Paso, Noticias del Imperio. Aun con lo mucho que me gusta estudiar el
Segundo Imperio, no la terminé. Llegó un momento en que no pude soportar más y
mejor cerré el libro para ocuparme de otros. No tenía ni pizca de ganas de
terminarlo. Y hasta la fecha sigo en esa disposición.
Pero no
porque no me gustó voy a comparar la obra de Del Paso con la de Francisco
Martín Moreno, por poner un ejemplo. Detrás de Noticias del Imperio se ve un trabajo muy profesional y serio. Queda
claro que el autor realizó una muy extensa investigación que seguramente le
llevó años. El hecho de que a mí su novelota me parezca sencillamente infumable
es sólo cuestión de gustos, porque el trabajo está bien hecho.
Del Paso
se valió de varias técnicas narrativas para hablarnos del Imperio, desde una desquiciada
Carlota monologando con sus recuerdos, hasta Juárez regañando a uno de sus
subordinados por no hablar bien el español, pasando por una cómica
correspondencia entre dos hermanos franceses, uno en México como parte de la
expedición y el otro en Francia, cuidándole la novia al primero.
Creo que
si Del Paso en lugar de una novela hubiera escrito un ensayo, éste habría sido
brillante. Pero al soltarles la lengua a los personajes más destacados del
Segundo Imperio me parece que metió la pata más de una vez, y me extraña que
todos los que ven la novela como poco más que una sustancia alucinógena no
hayan hecho alguna mención al respecto.
No me parece un
desacierto comparar Noticias del Imperio
con la Historia de
la nación chichimeca, de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, escrita a
principios del siglo XVII, porque ambos libros sin infinitamente aburridos,
pero ofrecen información importante y no puede uno menos que tomarlos aunque
sea con un poco de seriedad, y también armarse de paciencia para leerlos completos,
aunque eso último no he podido lograrlo con la novela de Del Paso.
Bueno, pues mucha honestidad con su comentario, cosa que se agradece. No todos los libros son para todos los lectores, para citar al multicitado: la literatura tiene mucho que ofrecer... Lo que sucedió, en mi experiencia, es que con algo de voluntad e inocencia (tal vez suene petulante esto último, pero sin ella, creo que no habría podido concluir la lectura, y me habría pasado lo que a usted), finalmente la terminé. No daba crédito a mis ojos que se soltaron en agua cuando leí: "Ceremonial para el fusilamiento de un Emperador". Y pensé entonces, sentí, que la hazaña verbal, historiográfica, técnica de Del Paso, me había permitido acompañarlo, a él, a Maximiliano, en el Cerro de las Campanas. Esa mañana en que estaba tan pero tan solo. La dignididad con la que enfrentó su muerte me dio la certeza (de las pocas que podemos tener) que se muere igual como se vive. Le agradezco la oportunidad de poder externar estos pensamientos y sentimientos. Creo en la libertad del lector y por lo mismo, mi afán es solamente compartir. Reciba un saludo.
ResponderEliminarCarolina Aranda Araiza